Te dejamos cuatro pasos para catar vinos como un experto y disfrutar esta experiencia al máximo:
Observación: Inicia examinando visualmente el vino. Observa su color. Después, sostén la copa contra un fondo blanco para apreciar mejor los matices. El color puede proporcionar información sobre la edad y variedad del vino.
Disfruta el aroma: Gira la copa suavemente para exponer el vino al oxígeno y liberar sus aromas. Huele profundamente y trata de identificar los distintos aromas. Puedes clasificarlos en categorías como frutales, florales, especiados o terrosos. Los aromas pueden revelar detalles sobre la uva, la fermentación y la crianza.
Evalúa el sabor: Toma un sorbo pequeño y muévelo alrededor de la boca para que los distintos sabores alcancen todos los rincones de tu paladar. Presta atención a la acidez, la dulzura, el cuerpo y los taninos. Considera la intensidad de los sabores y la complejidad del vino.
Final y retrogusto: Tras tragar o escupir el vino, evalúa el retrogusto o sabor residual. Un retrogusto largo y agradable suele ser indicativo de un buen vino. Observa también si hay alguna sensación final, como sequedad o astringencia antes de dar un veredicto.
Finalmente, se aconseja no fumar antes de catar vino ni hacerlo en un lugar con olores demasiado fuertes debido a que esto podría bloquear nuestra percepción sensorial.