Hay muchas razones por las que nos podemos ver en la situación de tener que sustituir ingredientes en repostería: intolerancias, falta de algún ingrediente, por dietas o simplemente por motivos de elección, como es nuestro caso, si somos veganos. Cada vez somos más los que nos inclinamos por este estilo de vida alimenticio, debido a sus beneficios para nosotros y para el entorno que nos rodea.
Estamos convencidos de que la cocina es cuestión de ensayo y error, pero vamos a indicarte alternativas para poder sustituir los ingredientes más típicos en repostería, para que puedas hacer cualquier receta. Sólo necesitas los mejores utensilios y… ¡a cocinar! Cuanto más práctica tengamos, más divertido y más fácil será la tarea.
Azúcar
Si hablamos de repostería no puede faltar el dulce, por eso el azúcar es uno de los ingredientes clave en estas recetas. Sin embargo, tanto por problemas de glucosa (diabetes) como por dietas muchos tienen que renunciar al dulce. Sin embargo, podemos sustituirlo por edulcorantes que conseguirán un efecto muy similar.
La stevia es uno de esos edulcorantes y, en los últimos años, de los más utilizados. Puedes sustituir 100gr de azúcar con 11 de stevia, ¿has visto el poder edulcorante de este producto?

Mantequilla
La mantequilla es uno de los ingredientes más comunes ya que muchas recetas vienen de Estados Unidos y allí es el ingrediente graso por excelencia. La forma más fácil de sustituirla es por aceite de oliva o de girasol, perfecto para que tanto intolerantes a la lactosa como veganos podamos disfrutar de estas recetas. En general, 100 ml de aceite equivaldrían a 120 gr de mantequilla.

Huevo
Dentro de los ingredientes húmedos de las recetas, éste es uno de los más comunes y de los que más opciones de alternativa tienen. Eso sí, como su objetivo es ligar el resto de ingredientes, la sustitución más sencilla es con fruta, por lo que lo tendrás que tener en cuenta porque aportará sabor a tu receta.
Puedes sustituir 1 huevo por medio plátano grande maduro, 1 manzana pequeña rallada, 60 gr de compota de manzana o de ciruelas pasas, una cucharadita de harina de semilla de lino mezclada con un cuarto de taza de agua, una cucharadita de bicarbonato mezclado con una cucharada de vinagre blanco, ¼ de taza de yogurt o de tofu… ¿has visto cuántas opciones?

Lácteos
La sustitución más sencilla: sólo tienes que elegir la leche vegetal que prefieras, da igual que sea de soja, de avena, de almendra… La que más te guste. Las cantidades, iguales.
Si el ingrediente lácteo es nata, igualmente en el mercado hay natas vegetales, que también puedes utilizar en la misma medida. Con el queso, podemos optar por quesos veganos o quesos sin lactosa en función de las necesidades.

Harina
Si la leche era el ingrediente más sencillo, la harina es el más complicado. Sí o sí necesitamos harina conseguir una masa. La única opción es ir variando entre los diferentes tipos de harinas. Por ejemplo, podemos utilizar la misma cantidad de harina integral, sustituyendo así la de trigo, o probar con harinas de centeno, de maíz, de garbanzo, de arroz, etc.
Si el problema es la celiaquía, hay harinas sin gluten, pero lo más sencillo es optar por preparados que venden en los supermercados, aunque, lamentablemente, son bastante más caros que la harina normal.

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