LOS CINCO TIPOS DE QUESOS MÁS SALUDABLES

¿Te encanta el queso? ¿Tienes ‘miedo’ de tomarlo porque te han dicho que atentará contra cualquier dieta que sigas? Si la respuesta es sí, te gustará saber que este producto no tiene por qué boicotear tus esfuerzos de cuidarte, y que existen multitud de opciones, algunas de ellas más saludables e incluso más bajas en grasas. Para empezar, tienes que tener muy claro que como todo, la virtud está en el equilibrio.

Es decir, no pasa nada porque tomes un poquito de queso cada día. Concretamente, la recomendación de la OMS oscila entre 40 y 60 gramos al día (unas dos o tres lonchas). No está de más recordar que este derivado de la leche es una gran fuente de calcio, proteínas y vitaminas A y D, entre otros nutrientes. Y bueno, lo fundamental: ¡está para chuparse los dedos! Si aún así, el mundo quesero te crea dilema o no te deja dormir por las noches, preguntamos a uno de los mayores expertos de este producto en nuestro país por las versiones más healthy (que dependerá, entre otros factores, del tipo y grado de curación del queso). Jesús Pombo además de un gran experto en la materia, es propietario de Poncelet (si no has estado en este templo del queso, es un pecado) pero sobre todo, es un gran apasionado de este producto mediterráneo. ¡Atentos a sus recomendaciones!

 

QUESOS FRESCOS. Su aporte calórico puede llegar a ser la mitad en comparación con otros quesos. ¿La razón? «Son quesos con una alta humedad –es decir, agua–, llegando al 70% de su composición», explica Pombo. Dos buenas opciones del maestro quesero: – ‘Mozzarella di Bufala Campana’, de Caseificio Corvino (Caserta, Italia). De muy fácil digestión, bajo contenido de lactosa y colesterol y una gran fuente de proteína de calidad, además de sus pocas grasas, son las mayores ventajas. Pero no acaba aquí: «este queso proporciona altas cantidades de calcio y fósforo, vitaminas hidrosolubles tales como B1, B2, B6 y niacina. Por último, es una buena fuente de Vitamina E y zinc, que contribuyen a contrarrestar la acción negativa de los radicales libres», cuenta el experto.

 

Y un dato curioso: es beneficioso si tiendes a la hipertensión, por su bajo contenido en sodio (sal). – ‘Bombón Queso Blanco’, de la quesería Vega de San Martin (Madrid). Según nos cuenta Pombo, estos productores tienen su propia ganadería de cabras, y gracias a ello pueden controlar la calidad de sus productos desde el minuto uno. El tipo de raza de sus animales (murciano-granadina) es una de las más selectas dentro de la ganadería caprina de nuestro país. «Esta leche tiene una cantidad de grasa y proteína superior a la media, lo que la hace especialmente adecuada para la elaboración de un queso de excelente sabor y textura», afirma el especialista. Además, sus productores llevan más de 30 años criando y seleccionando los mejores animales de esta raza, mimándoles con un especial cariño tanto con su entorno, alimentación, manejo, ordeño… El resultado de todo esto solo puede ser uno: de gran calidad.

 

queso fresco1

 

 

QUESOS AZULES. La maduración de estos quesos es más compleja: su leche se fermenta con un tipo de moho llamado penicillium, con lo que conseguimos este olor y color tan particular. «Se caracteriza por una intensa proteólisis –degradación de proteínas–, lo que hace que estos quesos en su interior contengan una variedad única de hongos y bacterias», dice Pombo, explicando una de las partes de por qué este queso es «especial», con componentes distintos que van a beneficiar a nuestra salud. ¿Una buena alternativa para meter en tu nevera?

– ‘Gamonéu del Puerto’, de la Quesería Urbedón (Asturias). ¿Te imaginas una quesería repartida en preciosas cabañas de los puertos de la alta montaña? Pues de aquí sale este queso. «La leche proviene de los rebaños que pastan en las vegas o majadas. Su elaboración es estacional debido a la climatología, limitándose a los meses de primavera y verano».

 

 

queso azul

 

 

QUESOS ENMOHECIDOS. Esta ‘variante’ se caracteriza por algo: tienen un bajo contenido en lactosa que, al igual que los quesos de leche de cabra, son muy recomendables para algunas intolerancias a la lactosa. Apunta la propuesta del experto:

– ‘Nurdumani’, de la quesería WellDone. Hecho con cabra autóctona del Bajo Guadalquivir, esta opción es ideal si tienes algo de intolerancia a la lactosa.

 

 

queso Moho

 

 

QUESO DE CABRA. De alto valor nutricional, según el experto su composición es rica en «proteínas, grasas de alta calidad, minerales como el calcio, fósforo y magnesio, y vitaminas A y D, riboflavina y niacina». ¿Lo mejor? Es ideal para las personas con problemas de digestión (porque se digiere muy bien), para intolerantes a la lactosa o para disminuir los niveles de colesterol.

– ‘Madurado Joven’ de la quesería Mamá Cabra (Badajoz). Se trata de un producto eco, y su ganado se alimenta de hierbas aromáticas naturales (en época de montanera, ¡también comen bellota!). «Es un queso de leche cruda, pasta prensada y con una maduración de dos o tres meses. Es madurado sobre madera de pino en una cava subterránea con paredes de piedra natural», apunta Pombo. Te gustará su forma (cuadrada) y su sabor suave con matices a frutos secos.

 

 

 

quesoCabra

 

 

QUESOS MADURADOS DE OVEJA. Una de las razones principales por las que este queso puede formar parte de tu dieta, es porque tal y como nos cuenta el experto contiene más calcio que otros quesos (casi el triple que uno de vaca madurado). Si no lo conoces, ficha la apetecible propuesta del artífice de Poncelet:

– ‘Queso Matalobos con Cerveza IPA’, de la quesería 7Lobas, (León): «Es de leche cruda de oveja. Su corteza natural, está lavada con cerveza IPA». ¿Quién se va a resistir a semejante manjar?

 

queso Oveja

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